<Carta al dolor>

 

Por Elbow Radourh

 

Respiro, avanzo con la ilusión escondida, devastado con tu aura permanente, incapaz de hacerte a un lado, incierto de subsistir con ese manto asfixiante, el que trae tu malestar, debo acostumbrarme a ti.

Estoy en esos ápices en los cuales no logro ver más allá de la herida, nuestro objetivo nunca llegará, en cambio viene otra de tus redadas, hasta el llanto se volverá a presentar.

Hace tiempo debí adaptarme a cargarte en mis hombros, verdad o mentira es un estorbo, o somos necios en perseguirte o sigues detrás a pesar del deslinde.

 

Y ahora dime,

cómo te presentarás de nuevo?

Cuál es el daño que has hecho hoy?

Cuál es la forma de ver lo bueno?

Quien más sabe quién soy?

 

Tal vez tu compañía refleje mis esperanzas caídas, tal vez los colores yo los teñí opacos, quizás las vidas siempre sean acompañadas, de tu motor para estar atados.

Inhaló, retrocedo para avanzar sin despiste, me niego hacerte parte de mi, las ganas estoy buscando dentro del fin.

Vivo anclado, no concibo tu presencia, y al mismo tiempo no puedo salir.

 

«El dolor se convirtió en un acto de sumisión y resistencia, un lugar de vulnerabilidad aguda donde, con el tiempo, desarrollamos un sentido elevado de fragilidad en la existencia» Nick Cave