Guiando multitudes «ROUGH AND ROWDY WAYS» by BOB DYLAN

 

Por Erick Gálvez Ayala 

Twitter: @Alcaceltser

 

 

La resurrección es una de las cosas que domina Robert Zimmerman, está dentro de su espíritu, cada que parece la flama se extinguirá lentamente, el sale de esas escasas cenizas para recordarnos que, si Dios en verdad existe, es de Minnesota y se llama Bob Dylan.

Alguien me preguntaba, ¿qué tiene nuevo que ofrecer Dylan?, antes de oír el álbum respondí tajante: nada, el no necesita mostrar un sonido nuevo, cuando eres quien ha cambiado tantas veces, quien ha propuesto y rechazado todo, cuando eres el mayor artista tras una guitarra del siglo XX, no tienes por qué mostrar algo nuevo, pero me equivoque, Bob Dylan si tiene algo que ofrecer,  porque si bien ha sido irónico, aquí lo es más, también ha sido crítico, pues aquí es más mordaz, ha sido valiente y con este disco lo es, en mayor proporción.

Lo primero que se supo fue por el sencillo «Murder Most Foul«, Dylan publicó un tema de más de 16 minutos partiendo del asesinato de John F Kennedy, «le volaron la cabeza mientras aún estaba en el auto, derribado como un perro plena luz del día, tienes deudas sin pagar, hemos venido a cobrar, te vamos a matar con odio, sin ningún respeto…» nos pronuncia, con voz de aquel locutor leyendo los acontecimientos fatales de un día. Describe el paso del tiempo en la sociedad americana, cuestiona con cada verso lo que llama «el mejor truco de magia bajo el sol», se sostiene de un piano acompañado de su voz. Un relato contundente que nos desgarra. Así fue, como regreso el genio, el superdotado, el gran escribano, poniendo el dedo en la llaga, nunca es demasiado tarde para que la verdad se reclame. Lo primero que enseñaba en realidad sería la cara b del LP, el final estaba en el principio.

Después llegó el segundo adelanto, «I Countain Multitudes«, el titulo con la mejor explicación de quien es, primer track del regalo completo. Basada en un poema del icónico Walt Whitman, «Las flores están muriendo como todas las cosas lo hacen…». Apenas con una instrumentación llevada con unas guitarras acústicas, nadie puede negar lo mencionado, el señor contiene multitudes en sus textos, todos queremos decirlo, pero él lo hará por nosotros.

«False Prophet» es el segundo tema, un ritmo de los años cincuenta, guitarras de rock and roll, blues de la vieja escuela, la vuelta de un autor menos preocupado, disfrutando, aunque sin caer en excesos. «My Own Version Of You» puede parecer lenta en primera escucha, tal vez alargada, suele pasar con él, aparecen líneas testamentarias, «¿Puedes mirarme a la cara con tus ojos ciegos?, ¿puedes cruzar tu corazón y esperar morir?  traeré a alguien a la vida, alguien de verdad que sienta lo que yo siento.». Le sigue «I´Ve Made Up My Mind To Give Myself To You«, otra balada que si somos exigentes puede provocar un poco de desánimo, pareciera que lo mejor ha pasado, sin embargo, es claro que las despedidas de un hombre cercano a la muerte suelen ser fatales.

«Black Rider» contiene un arpa extraña, la realidad se pelea con la fantasía, quizá pudo haberse evitado la pieza, pero recuerden que dios nunca se equivoca. «Goodbye Jimmy Reed» devuelve la fuerza, escurre guitarras precisas, el baile puede ser permitido si subes el volumen, el viejo crooner se esconde tras un intérprete de R&B. «Mother Of Muses» es una petición a todas aquellas musas llevadas en lo más profundo del ser, pide que le muestren el camino, la dirección para mantener el control, la sabiduría, el camino se está estrechando, él lo sabe.

«Crossing The Rubicon» da un vistazo de nueva a la electricidad, con seis cuerdas que buscan subir el sentimiento, de las mejores interpretaciones a lo largo de estos setenta minutos, blues del alma para una vida en declive. «Key West (Philosofer Pirate)» nos luce un acordeón para relatar una historia entrelazada por amigos escritores como Ginsberg, Kerouac o Corso, el lugar key west es divino, es lugar donde las vidas son exprimidas, seguramente el olvido está prohibido, «Es el lugar para estar, si buscas la inmortalidad, key west es el paraíso divino, está bien y es justo, si te vuelves loco, lo encontraras ahí, key west, está en la línea del horizonte»

Dylan regresa este año, con un álbum previniendo el final, es que el tiempo ha pasado, la fuerza se va terminando, los versos se vuelven añejos, parece hacer una declaración de estar listo para partir, nos remonta al pasado como buscando un lugar dentro de ahí. No hay más que pedirle al mejor compositor de canciones de la historia, o quizá si, solo que sea por siempre joven como alguna vez nos cantó,  solamente eso.

 

“Puedo sentir los huesos debajo de mi piel y están temblando de ira» CROSSING THE RUBICON, Bob Dylan,2020.