Reseña de Zombies en el cañaveral: El documental de Pablo Schembri
Por José Luis Ayala Ramírez
Twitter: @ayala1788
El mundo de la cinematografía está repleto de películas perdidas que se han ido olvidando con el paso del tiempo o que simplemente nunca tuvieron la oportunidad de exhibirse en gran escala por lo que su desconocimiento es absoluto.
Es el segundo grupo donde ubicaría Zombies en el cañaveral Ofelio Linares Montt rodada en Tucumán Argentina, el cual bien pudo ser la mayor influencia del sub género de zombies, sin embargo ese título le pertenece a La noche de los muertos vivientes de George A. Romero, ya que el filme argentino es una especie de perla perdida que básicamente se evaporo y cuya existencia solo puede ser comprobada a través de un tráiler y algunos cuantos testimonios.
Zombies en el cañaveral: El documental es una búsqueda del que llaman el Santo Grial argentino. Como una especie de Searching Sugar Man, es la búsqueda y el recorrido para saber la historia detrás de la leyenda del filme argentino así como de su creador Ofelio Linares. El documento trabaja con dos líneas narrativas perfectamente trazadas; una es la investigación de un escritor (Luciano Saracino) obsesionado con encontrar el guion de la película perdida, y la otra es el testimonio del propio director sobre como creo la película, contando su efímero estreno en los Estados Unidos y finalmente como esta fue censurada y desaparecida.
A través de entrevistas, imágenes de archivo y una apasionante investigación se trata de un filme que no solo desea reivindicar a un genio olvidado sino que además reclama a gritos la “no censura” del arte ante fines políticos y sociales como era la Argentina de los años 60s en la cual se desarrolla esta nostálgica historia.
Contada con mucho oficio, interesante y emotiva por partes iguales, Zombies en el cañaveral: El documental cuenta muchas cosas y logra salir adelante en su mensaje de libertad creativa. Visualmente endeble cierto, pero tampoco lo necesita, su tema y como va tocando todos los puntos es caviar de calidad para los cinéfilos fans del género, e incluso para los que no lo son también.
