Reseña del libro “De nidos, estrellas y girasoles” de Mario Iván Martínez

 

Por Víctor Daniel López  < VDL >

Twitter @vicdanlop

 

 

La historia del gran pintor Vicent van Gogh llega para los niños. La historia de un pequeño pelirrojo, lleno de pecas, aficionado a pintar nidos, estrellas y girasoles, nos llevará a conocer los primeros años de aquel que pasó a convertirse en uno de los pintores más extraordinarios de toda la historia. De la mano de su hermano, Theo, se nos muestra al pequeño Vicent en este libro infantil de Mario Iván Martínez (creador también de la adaptación teatral “Girasoles contra el mundo”), y con bellísimas ilustraciones de Juan Gedovius, cómo un niño al que no le gustaba ir a la escuela por preferir pintar escarabajos, subir a la azotea a contemplar las estrellas junto a su hermano menor, coleccionar nidos de pájaros, y por preferir el contacto de la naturaleza, siendo libre, rodeado de árboles y del cielo azul, que a estar encerrado en su casa o en un aula de su escuela que solamente limitaban su creatividad para imaginar y soñar.

Los días de un niño rebelde que se perdía en el bosque y gustaba empaparse de lluvia o del sol amarillo que calentaba su pequeño cuerpo. El amarillo que vería por todas partes, dando vida a todas las cosas, brotando de él poco a poco hasta florecer un fruto de esperanza que tan sólo vaticinaría lo que serían las pinturas más bellas, con los colores más bellos. Y la historia infantil de Vincent y Theo: una relación entre hermanos como muy pocas veces se ha visto, protegiendo Vicent a Theo de la misma forma que éste también lo haría a su hermano pintor muchos años después. Así acompañamos a Vincent durante su infancia traviesa en la que iban creciendo las raíces de sus pinceles, y mientras en el libro también se nos van presentando datos curiosos sobre la vida y Van Gogh. Sobre las plantas, las aves y el mundo.

De niños, estrellas y girasoles”, publicado recientemente por Penguin Random House, podría resultar una puerta a los niños para traspasarla y adentrarse en el mundo de la pintura y de Vicent. Con una historia tierna, también los adultos podemos acercarnos a la historia del arte desde otra mirada, una que tal vez perdimos hace mucho tiempo. Y volver a creer en la magia y las coincidencias, las moralejas, y en una parte de nosotros que, si desarrollamos a lo largo de nuestra infancia, sin traicionarnos por los caminos que se nos presentarán después, podemos llegar a ser grandes pintores de nuestros sueños, lo que siempre deseamos. La libertad que Vicent vio reflejada siempre en las estrellas y los girasoles.