Reseña de “Sobre los huesos de los muertos” de Olga Tokarczuk

 

Por Víctor Daniel López  < VDL >

Twitter @vicdanlop

 

 

Guía tu carro y tu arado sobre los huesos de los muertos.

William Blake (Proverbios del infierno)

 

En la literatura muchas veces las palabras que quieren decirse no están implícitas en el texto o la narración o la historia. Yacen debajo de la tinta que se lee. Con cuidado hay que pisar para no quebrar los huesos que pudieran darnos pistas de a dónde es que se dirige la ruta que nos va trazando el autor. Muchas veces nos confundimos. Pero otras, damos con los muertos.

La escritora polaca Olga Tokarczuk, recién merecedora del Premio Nobel de Literatura en 2018 (aunque anunciado en 2019), nos regala esta historia apasionante de un misterio sobre una serie de asesinatos que ocurren en un pueblo alejado de la civilización y en medio de las montañas, en donde el invierno pareciera volver, con la nieve y el silencio, a aquel lugar del mundo solitario de los hombres, salvo de los que son capaces de permanecer ahí, como Janina Duszejko, protagonista de “Sobre los huesos de los muertos”, quien es amante de su soledad y muestra siempre una clara resistencia al contacto social. Y es ella quien pareciera ser la intermediara entre el contacto animal y humano (el maltrato, la caza, el abuso de la dominación de una especia sobre otra). Y así como lo es su pasión por la naturaleza y los animales que abundan el bosque, en donde pocas cosas de verdad suceden, pero las que suceden a diario cargan con algo de belleza, también lo es por la poesía de Blake, demostrada en la compañía que hace a uno de sus vecinos en el tiempo que pasan juntos traduciendo muchos de sus poemas. Creyente ferviente de la astronomía y los horóscopos, se inclina a la razón de que el destino está escrito en las estrellas, y casa posición de cada astro, en conjunción con otros, nos marca la seña que habremos de cargar por el resto de nuestros días, así como la muerte (ella conoce su propia muerte). Y entonces todo eso lo ocupará para lograr descifrar lo que ocurre en aquel pueblo que está delimitado casi por la frontera entre Polonia y Checa. ¿Alguna forma de venganza? Tal vez sea la naturaleza revelándose, o quizá no más que un grito de los que son víctimas de abuso, y las autoridades y gobiernos que nunca logran hacer nada ni tantito de nada.

Es una novela en la que la historia nos muestra únicamente un trozo de hielo sobre el océano. Sólo una línea de todos los huesos que se hallan bajo la capa de piel. Tal vez tan sólo aparenta algo mucho más grande y pesado. Tiene su discurso político impreso, entre líneas, escondido en cada letra y cada palabra, sobre la tinta que pareciera sangre derramada de todas las víctimas y daños irreparables. El cambio climático y las fuerzas contradictoriamente imperativas. Tal vez, incluso, una lectura metafórica de lo que pasa ahora en el mundo, con tantas muertes de mujeres y en donde nadie es capaz de hacer nada, lo ignoramos, nos inventamos mentiras, y al final más, en aumento, el número de muertos. Sólo tal vez. Pero como siempre, que mejor quede en tan sólo una teoría. Y que el mundo siga llenándose de huesos.