Las cosas que encontramos

 

Por Víctor Daniel López  < VDL >

Twitter @vicdanlop

 

 

Pasemos una sola tarde,
bajo los rayos del sol incendiado
que queman las cortinas nuevas de tu apartamento.

 

Y nosotros,
sentados al suelo,
escuchamos a Fito, Sabina y Calamaro,
ahogándonos en el vino
que va cubriendo nuestros cuerpos.
Y te llenan del rojo de la tarde;
a mí del negro avecinándose de la noche.

 

El frescor de la oscuridad que entra por la ventana,
la humedad que resbala de las paredes para empaparnos de los Andes.
La llama de una vela que tiembla al presenciar la muerte de los grillos,
ocasionada por el silencio de dos cuerpos
que han logrado reconocerse entre tantas piedras, y
nubes, y canciones que hablan sobre cosas perdidas e irremediables.

 

Lloramos largo a esas cosas que se encuentran sin estarlas buscando.

Porque después del amor viene el amor.

 

Y al final, sólo sobra:
un vestido,
una flor,
el vino,
un adiós.

 

Pasemos esta tarde de risas,
y el silencio que se extingue,
en donde todo se acaba, se destruye;
desaparece, excepto nosotros.
Esta tarde,
solos, tú y yo,
mientras afuera llueve y se revienta el mundo,
en lo que va terminando el amor para dar comienzo al amor.