El lado de allá

 

Por Carla de Pedro

 

 

Quizás sea el espacio donde cabe tu silencio, tu indiferencia,

un lugar donde se quedan para siempre los recuerdos perdidos en páginas caducadas,

limbo de lo que muere cada madrugada,

un espacio pequeño que se cuela por debajo de la almohada,

que corrompe los pulmones,

que asfixia.

 

Quizás es el lugar endemoniado en que se pierde para siempre el deseo de tus besos,

donde se atascan los sueños del ayer y el mañana,

donde se rompe todo lo que podría romperse:

la música, los libros, los cumpleaños de junio,

 las clases de guitarra, los naipes, la poesía,

el guión de la película que nunca iniciaría.

 

Es un sitio en que la dimensión se pierde,

donde me vuelvo una estampa plana,

donde, poco a poco,

 se me va agotando el alma.

 

Lo que no tiene volumen, dices,  no vale nada.

 

Eres el virus de mis pensamientos.

 

A veces abro las piernas tan solo para el vacío de tu imagen binaria.

 

Eres el espejismo que me impide el sueño,

el germen absoluto de mis pesadillas.

 

Eres la maldita fantasía de quererte.

 

¿Y dónde está el amor en todo esto?

 

El amor es aquello detrás la pantalla,

donde creemos que hay algo,

pero no hay absolutamente nada.