Reseña de “Las cosas que perdimos en el fuego” de Mariana Enríquez

 

Por Víctor Daniel López  < VDL >

Twitter @vicdanlop

 

 

Estamos frente a una de las más grandes escritoras latinoamericanas en el género del cuento: Mariana Enríquez. Una escritora que ha sabido abordar el género del terror de una forma que logra capturar al lector hasta llevarlo al límite del asiento y de sus emociones. Dejarse cautivar, es nuestra tarea, y cuando el escritor es bueno, no se requiere de mucho esfuerzo. Caemos lentamente, dejándonos seducir, y entramos a ese universo que el autor ha creado para nosotros: a veces lleno de monstruos con los cuales debemos también combatir. Y tal es el caso de Mariana Enríquez, que nos presenta su mundo para mostrarnos un reflejo cruel y duro de la realidad que vivimos. Ante la ficción vemos inmersa la verdad de una sociedad agonizante, en la que se consume poco a poco por las brasas de un fuego que va acabando con su pasado y el porvenir (porque a veces, no queda ya ni rastro de esperanza).

Así son los grandes cuentos de Mariana Enríquez, cargados de emoción y suspenso, pero tan sólo para mostrarnos la historia de un país que ha venido agonizando durante muchas décadas. Un país que ha sufrido tanto y por el que han pasado ya varias dictaduras. El cuento es sólo un género para decir algo más que la historia que va sucediendo, a veces un ensayo político-social al cual debemos hacerle caso, porque puede ser un grito, una acción, un discurso. Y es que Mariana Enríquez es una activista narrativa total. Una feminista que hace uso de su palabra y la letra para exigir y mostrarnos una fotografía de lo que está sucediendo. ¡Mujeres que se lanzan al fuego como un método de protesta! Para quedar desfiguradas y así incomodar a los hombres que siguen alabando y fortaleciendo el machismo. Qué manera de exigir, sólo una mente brillante es capaz de hacerlo con una acción pacífica, pero a la vez letal.

Estamos frente a lo mejor que se ha escrito dentro del terror contemporáneo. Pero ese terror es el que nos acecha hoy en día en los países de Latinoamérica. Tanta violencia, tanta pobreza. Las mujeres que, heroínas, van desapareciendo, una a una. El horror de regímenes políticos autocráticos, y los fantasmas que quedan en celdas o casas abandonadas o las calles en donde torturaban a tanta gente con tal de perdurar la censura«Un mapa de pesadillas«, alabó <El Clarín> de esta forma la narrativa de Mariana Enríquez.  Y es que estamos ante una escritora de alto calibre, y una obra maestra en el género del cuento.