Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

En un mundo donde no existían los jedi, los sith, los wookies, donde la Fuerza sólo era un término para referirse a una capacidad física, un director llamado George Lucas estaría por cambiar la historia del cine para siempre.

Apenas con dos largometrajes en su carrera, la interesante distopía «THX 1138» y la energética «American Graffiti», este cineasta no sabía que con su próxima película estaría por darle un giro de 360° grados al cine, lo que su amigo Steven Spielberg había comenzado dos años atrás con «Tiburón», Lucas lo confirmaría con Star Wars, un filme desarrollado en el espacio exterior con una historia muy semejante a «La fortaleza escondida» de Kurosawa, con un trío actoral bastante desconocido donde la figura reconocida era Alec Guinness, con un diseño visual que dicen se inspiró en una obra finalmente no realizada por Alejandro Jodorowsky (Dune), con la firme idea de que muy probablemente sería un fracaso comercial pues para sagas de aventuras especiales ya estaba «Star Trek», con todo ello Star Wars marco el nuevo rumbo que tomaría el cine para siempre.

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Pero vamos a verlo desde un punto de vista estrictamente cinematográfico, ¿es realmente Star Wars la gran película que nos han vendido a lo largo de estos 40 años?

Primeramente hay que decir que se nota la influencia del western y por supuesto de Kurosawa en la puesta en escena de Lucas, sobre todo al inicio cuando la historia se desarrolla en Tatooine, mientras los droides (el simpático C3PO y el heroico R2D2) caminan por el desierto y son capturados para ser vendidos como mercancía, cuando Luke Skywalker sale de su casa mirando la puesta de sol y tratando de descifrar su futuro, o cuando vemos por primera vez usar su sable laser al jedi Obi Wan, o la fantástica escena dentro del bar donde hace aparición un rebelde sin causa llamado Han Solo, todos estos segmentos tienen un gran peso en la cinematografía oriental, la capacidad visual no sólo está al servicio de los efectos visuales; los cuales explotan en la segunda parte con mucha más acción, sino también por el excelso trabajo fotográfico de Gilbert Taylor, uno de esos héroes anónimos que pocos ubican, pero esencial para el ejercicio escénico que propone Lucas.

La segunda parte del filme como mencionaba es mucho más ágil, más occidental, con más adrenalina y donde los efectos visuales por computadora impusieron un parte aguas jamás visto en esa rama, aquí es probablemente donde está la mayor aportación cinematográfica de Star Wars, para bien o para mal, los efectos creados por ordenador llegaron para quedarse y Lucas los aprovecho como nadie jamás los había aprovechado, explotándolos a lo máximo, dando orquesta, desde que nuestros héroes llegan a la Estrella de la Muerte, pasando por su escape a bordo del Halcón Milenario hasta la excelente secuencia de naves con el objetivo de destruir la estación espacial, todo fue cine visual nunca antes visto, irremediablemente sorprendió a todo el mundo, estamos hablando de 1977.

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Probablemente podríamos hablar de que el guion es la parte más débil dentro de Star Wars, pues mirándolo a grandes rasgos no se trata si no de la típica historia del bien contra el mal, del héroe muy bueno que debe rescatar a la princesa en peligro, con el villano totalmente malo y oscuro (en ese momento aún no se sabía nada del triste pasado de Darth Vader), con personajes llenos de clichés unidimensionales y unas actuaciones bastante planas para interpretarlos por parte de sus actores (sólo Harrison Ford le da un toque interesante a su personaje, lo cual hizo que Han Solo se elevara como el más entrañable del trío protagonista), a millas se notaba la necesidad de más matices, y es que si digamos Star Wars no hubiera funcionado, no hubiéramos tenido más películas donde ya el desarrollo y evolución es bastante más adulto y atractivo, por lo que sólo evaluando la primera parte de la saga se nota bastante las debilidades de Lucas como guionista (quizá más preocupado por el envoltorio visual), afortunadamente todo salió bien y pudo mejorar notablemente en «El imperio contra ataca».

Desde luego no puedo olvidar mencionar la partitura musical que compuso el maestro John Wiliiams, junto a los efectos visuales el aspecto más recordado del filme, una de las grandes bandas sonoras de la historia del cine, con una orquesta que retiembla desde los títulos de crédito, todo un himno musical de la industria.

Más allá del mundo freak donde el halago para Star Wars es desmedido, o del lado más crítico donde los reproches son pocas veces justificados, la verdadera sentencia para la odisea espacial de George Lucas es que es un producto excelentemente concebido en su parte visual, lleno de imaginación en los detalles para la creación de todo un nuevo universo, y con un gran equilibrio narrativo entre los diferentes tonos que abarca, dentro del nuevo género blockbuster que se encargó de dar apertura, sin duda es una de las mejores, no por nada el cine comercial posterior no se puede entender sin la participación de Star Wars.

El futuro de la obra de Lucas fue por de más generoso, a la fecha se han realizado 7 filmes más oficialmente de la saga, además de múltiples parodias, series de televisión, cortometrajes, movie fans, el legado trascendió más allá del séptimo arte dejando que  la mercadotecnia creara un sinfín de productos comercializando al filme, algo que a día de hoy ya prácticamente todos los blockbuster lo hacen, pero quizá esto no hubiera pasado sin esta guerra de las galaxias, un filme que trascendió más allá de la cultura popular, una película con la que la Fuerza siempre estuvo con ella y lo estará por siempre.

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