Reseña del libro “Pedrag” de Daniel Salinas Basave

 

Por Víctor Daniel López  < VDL >

Twitter @vicdanlop

 

 

¿Cómo puede cambiar la vida de un joven apasionado al fútbol que de pronto se ve metido en una lucha política en medio de la Guerra de los Balcanes? Daniel Salinas Basave nos responde con esta novela corta, “Pedrag”, traída por el Fondo de Cultura Económica y en la que a través de su protagonista, con el homónimo que da título al libro, somos capaces de ver la misma pasión deportiva en la pasión política al luchar por ciertos ideales u otros, llevándola al extremo.

La novela surge a través de un partido eliminatorio, real, de fútbol entre Italia y Serbia que fue suspendido justo al minuto seis por la extrema violencia que se presentó en los aficionados. Pedrag, personaje ficticio en una historia real, es hincha del Estrella Roja de Belgrado y Daniel Salinas inicia contándonos su fervor por aquel equipo y deporte, justo para presentarnos una yuxtaposición conceptual a través del también ambiente político que se estaba presentando en el país serbio y la guerra desencadenada por tantos motivos.

A pesar de tratarse de una novela histórica realmente muy corta, se disfruta cada una de sus páginas y se avanza rápido, como en un juego de fútbol, pasando el balón de un acto a otro, de una decisión del protagonista a otra, tomando así su rumbo que lo ha de llevar a verse inmiscuido en el bando paramilitar de la Guardia Voluntaria Serbia, luchando, sintiendo la adrenalina de la guerra y de las armas, metiéndose con prostitutas, y sintiendo el horror en cada fibra y cada día. La guerra le da un nuevo sentido a su vida, pero solamente será cuando esta termine que se dará cuenta que vivió en una ficción y entonces será que regrese al mismo punto de partida, quizá más deprimido, tal vez un poco más sin sentido.

“Pedrag” es un relato fuerte, que permanece su reflexión aún en tiempos de hoy. El autor nos traer una poderosa voz en segundad persona, quizá para así sentirnos parte de él, dentro de él, ver con sus ojos y dejar correr toda la furia de un joven revolucionario a través de nosotros.