Por Carla de Pedro

 

Hablan del mundo de las hadas.

 

Hablan de polvos,

de silencios.

 

Hablan de risas fragmentadas,

infantiles.

 

De inocentes voces y de alas hablan.

 

Hablan de juegos,

de deseos cumplidos,

de naturaleza viva,

de verdes que se expanden,

de flores coloridas.

 

Yo tengo adentro un mundo de las hadas,

es azul como es triste el mar oscuro,

es un mundo noche que se sueña solo

mientras duermo.

 

Es un mundo musgo que se abraza al miedo

para ir creciendo.

 

Huele a humedad

como el destierro,

tiene estrellas que se caen al suelo

y se rompen.

 

Hay veces en que ese mundo no descansa,

permanece el día despierto y susurrante;

su histérica risa en delirio suena

como el eco incoherente de mi oído.

 

Las hadas vuelan y revuelan en mi estómago,

con el hambre del deseo lo van mordiendo,

poco a poco, cual monstruos, lo devoran,

y generan sus úlceras:

las úlceras del sueño.

 

Yo camino de día como camina un muerto,

voy contando mis pisadas grises,

voy cantando triste entre los dientes,

como un fantasma va cantando el viento.

 

Yo llevo adentro la esperanza como un árbol grande,

llevo adentro las flores,

los peces,

las aves,

llevo el agua,

la magia,

los claveles…

llevo el amor.

 

Sobretodo llevo el amor.

 

Y todo eso,

tan bello,

se me va pudriendo adentro,

se me va pudriendo lento.

 

Las hadas en su loco vuelo

se me estrellan siempre contra el cráneo,

contra la pared perenne de la espalda,

chocan siempre en su delirio contra mis talones

y se atascan.

 

No sirve de nada el mundo de las hadas,

sólo causa dolor, genera angustia,

es la ingenua y perversa angustia

de los sueños,

el terrible dolor del inconsciente.

 

Pero tampoco sirve de mucho estar despierto,

ignorando a las hadas

mientras se me extinguen dentro

y se agotan las risas

y se seca la tierra

y se mueren las plantas

y se pierde el ensueño.

 

Y se queda tan solo

el amor sediento.

1 COMENTARIO

  1. Escribir para saciar angustias o pesares o alegrías o bienestares o incluso tristezas o hasta tropiezos con la vida….o loar por lo allegado…Es bendición perenne! … Gracias por lo que eres, por lo que escribes, por lo que das… gracias por ser mi hija!!