Por Josselin Chávez
“Desnudarla es siempre encontrarla de nuevo por primera vez”. J.G.P.
Sally Mann (Virginia 1951) ha causado polémica por sus sinceras fotografías sobre la sexualidad durante la infancia.
El tema de la sexualidad en la infancia es cuestionado por cuestionamientos moralizantes, por ver la sexualidad como un problema y justificar ese placer con la reproducción.
Es en la infancia cuando hay esa transición de los pensamientos omnipresentes sexuales pasan a una realidad material con una exploración intima de los individuos, la inocencia original a esa edad jamás se pierde, como se ve en Inmaculada o Los placeres de la inocencia de Garcia Ponce.
Sally en sus amplios estudios en Praestegaard Film school (1971) y en la Aegeon School of Fine Arts, logra una conexión entre sus fotografías reveladoras de sus hijos y pinturas de Balthus, si bien no llega a un escopofilia en el significado freudiano tiende a una fidelidad de la inocencia primigenia.
“Las fotografías abren puertas al pasado, pero también permiten echar un vistazo al futuro” Sally Man
El comportamiento del objeto a fotografiar sin ser éste planeado, revela mediante gestos y situaciones la permanencia de éste.
Gracias a la plasticidad de temas que recurre Mann; fotografía arquitectónica, retratos con naturaleza muerta, paisajes… ha sido galardonada con la beca Guggenheim, National Endowmnt for the Arts, siendo catalogada como la mejor fotógrafa por la revista Times.
Documentales como Blood Ties (1994) y What Remains (2007) han sido basados en la vida y obra de la fotógrafa.