Por Alejandro Izunza
Para Mon
Todo ciclo comprende un demente,
no es raro verlo tornarse en sombra
tan pronto incluso polvo en la mente.
Su querella a ratos silencio
como figura de museo
era por dentro gris por fuera.
Otro antes fue su trastorno;
lo supo siempre: aquí termina todo.
Tuvo una certeza acaso sentencia,
la abrazó como el primer hombre,
no derramó una lágrima
ni maldijo a dios alguno:
la aceptó. Lo aceptó a cuentagotas
su curioso destino.
Vagos recuerdos que vienen
cuando todo adquiere forma de algo.
No es insano verlo; no es insano
verlo a salvo, aunque no lo vea.