Reseña del libro “Siete Veces Pedro” de Lorena Álvarez Restrepo

 

Por Víctor Daniel López  < VDL >

Twitter @vicdanlop 

 

 

Conocí a Lorena Álvarez Restrepo hace algunos años en una de las playas más lindas de Vigo. Cuando el verano se encontraba en su punto máximo, y yo me encontraba buscando algo sin saber qué era. Entonces, la encontré a ella. Aquella tarde, cuando el atardecer estaba ya por ponerse casi detrás de las Cíes, conversé con Lore. Recuerdo que reímos y compartimos gustos, como el amor por el arte, por la literatura, el amor por la vida. Todo el mundo tiene pasiones, y yo suelo tener mi regla de tres, pero sin importar el número que se tenga existe siempre una que resulta ser la mayor de todas. En su caso, desde aquel primer día de conocerla, supe que era el periodismo. Eso había estudiado, eso fue lo que le inspiraron Hemingway, Fitzgerald, Gay Talese y Leila Guerriero, y eso la llevó a convertirse en una periodista hecha y derecha, como decimos aquí, fregona, chingona. Después de aquella tarde, seguimos platicando y frecuentándonos. En una de mis visitas a Bogotá, me contó de un escritor y periodista colombiano al que admiraba mucho, tanto, que fue motivo de inspiración para la tesis de su licenciatura. Pedro Claver Téllez, me dijo. Yo nunca había escuchado hablar de él. Es un periodista grande, debes leerlo, te va a encantar, me estuvo diciendo mucho. Me habló de él, de sus libros, su pasión por temas en narcotráfico, la guerra de esmeralderos, los guerrilleros, bandoleros, y por aquel personaje que más le intrigaba en toda la vida y que era un hito en ese país del acordeón y el aguardientico: Efraín González Téllez (y no es coincidencia que tuvieran el último apellido igual, así como tampoco que hubieran vivido ambos en el mismo pueblo de Jesús María, allá en Santander, justo en la cordillera de los Andes; ninguna coincidencia porque resultaron ser primos lejanos).

A Efraín González le decían el Siete Colores, y esto sí es coincidencia. El número siete ha estado presente también en toda la vida de Pedro, nos cuenta Lorena, y así, la escritora colombiana nos regala a través de este libro, Siete veces Pedro: Vida folletinesca y periodismo de aventura de Pedro Claver Téllez, un recorrido por la fascinante historia del periodista, una biografía escrita con una calidad narrativa muy alta y tras meses de investigación que le llevó a Lorena para entender su obra y su obsesión por la época violenta de Colombia, entender la situación político-social que llevo al país más cafetero a vivir la peor época de guerra entre bandos que se disputaban las drogas, las tierras, el poder y las esmeraldas. Fueron muchas las entrevistas que tuvo con él en la Candelaria para escucharlo, para oír la multitud de historias y anécdotas que sólo un hombre que vive el día a día con lo que tiene, con una pluma y todos los tintos que le inviten, puede llegar a tener.

Gracias a este magnífico perfil, logramos conocer a Pedro, verle la barba blanca, las manos viejas, y esa mirada que tanto dice Lorena que habla. Alguna vez, nos cuenta, una gitana de Cali le predijo que iba a ser un gran escritor con varios libros publicados (el primero con carátula negra y letras blancas), y él no lo creyó entonces, pero ahora no cabe ni tantita duda de que lo llegó a ser. Pedro Claver Téllez es ahora autor de grandes libros como Crónicas bandoleras”, “Verde”, “La Pola” y “La hora de los traidores”.

Las siete vidas de Pedro en las que se divide el libro son capítulos que nos van llevando de la mano para conocerle bien, casi como si fuéramos nosotros los que estamos charlando con él: Sólo llamas y humo nos habla de la infancia de Pedro y sus inicios en el mundo de la violencia desde aquel día en que vio cómo mataron a Jorge Eliécer Gaitán; nos habla de su vida en el campo y su llegada a la ciudad, su pasión por la bicicleta y la primera vez que vio el mar. Las mil y una historias nos habla de las principales anécdotas confesadas a Lorena: su ida a las montañas, sus viajes a México, su encuentro con Efraín González y casi también con el Ganso Ariza en aquella ocasión en que casi estuvieron cerca de que lo fusilaran; nos habla de su pasión por las historias, por la pesca, la geografía y por la caza (¡todo un Hemingway colombiano!). El siete mujeres es el tercer capítulo y hace mención a las mujeres más importantes que tuvo Pedro en su vida, mujeres por las que perdió el juicio, que lo salvaron y pasaron como vendavales violentos, lo destrozaron, lo dejaron. Verracas, dominantes, aventureras, locas”. La cuarta vida, “El sablazo, nos habla Lorena de su vida bohemia, de cómo ha hecho para sobrevivir y conseguir siempre algo para comer, un sitio dónde dormir y de las veces que hasta se zafó de la delincuencia. El subtítulo “El devoralibros” habla por sí solo, un lector apasionado, y como escritor, tratando de descifrar algún tipo de condición humana, comparándolo Lorena con el gran Balzac, pues alguna vez llegó a tener una biblioteca de más de tres mil libros, pero una mujer se los hubo robado y los terminó vendiendo. “Como en la piel de un bandido” es el capítulo que trata en específico sobre la mayor obsesión de todas de Pedro: La vida de Efraín González, y le cuenta éste a Lorena de cómo llegó a tener hasta casi dos mil hojas de pura investigación que había hecho del más grande bandolero, pero que aquella alemana con que vivía, cansándose de su locura que tenía por él, las quemó; también nos habla de otros personajes que captaron su interés periodístico, como la Sargenta Matacho y otras mujeres guerrilleras que pertenecieron al ELN., así como también del gran personaje histórico, la hermosísima Pola. La última vida, “Pura dinamita”, concluye el libro para hacernos entender esa pasión de Pedro, al igual que Lorena, por aquella dinamita que explota las verdades, llamada periodismo. ¿Cómo le llega esta profesión a Pedro? ¿Qué significa para él? ¿Quiénes lo influyeron? ¿Y cómo han ido evolucionando sus géneros a lo largo del tiempo? Nos habla también de su pasión por escribir cuentos. Y es que eso es la literatura: pura dinamita, siempre aguardando a alguien por que la descubra y la haga estallar para desempolvar secretos y respuestas. “Siete veces Pedro” es un recorrido asombroso por la vida de este autor excepcional y de cabecera ya para el mundo colombiano. El maravilloso prólogo está escrito por el también periodista, Juan José Hoyos. Lorena Álvarez Restrepo, con este perfil, nos demuestra que es uno más de ellos.

Con Siete veces Pedro”, resulta una excelente oportunidad para acercarse a ese hombre de ya casi ochenta años, que nació en plena época de la violencia pero manteniendo aún la esperanza de ver la paz llegar a Colombia, ese periodista que ha ganado mi admiración y mi gusto hacia su obra, y que me ha llevado de la mano a entender la gravedad del asunto de hacía algunos años en ese país que tanto yo amo. Gracias, Lorena, por presentarme a Pedro, por revelármelo con todo y sus secretos, sus recuerdos, esperanzas y miedos. Y es que por eso, cuando he tenido oportunidad de recorrer caminando las callejuelas angostas y coloridas de la Candelaria, volteo a asomarme entre la multitud, a dar un vistazo al interior de las cafeterías para ver sólo si logro encontrar a aquel periodista bebiendo uno, dos, cuatro o siente tintos, como esas siete vidas que aún carga Pedro y lleva a todos lados. Años después de haber conocido a Lorena, estoy orgulloso de ver ahora publicado este perfil y primera obra suya. Estoy feliz, y espero éste apenas sea el inicio de muchos libros y sueños más. Lorena es una persona que irradia energía, te contagia de vida, te llena y te da lo que siempre necesitas, muchas veces sin que ella se dé cuenta, pero lo hace. Así es Lorena, además de una gran periodista.

 

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