Del Catálogo de Mubi: “The King of Comedy” de Martin Scorsese

Por Víctor Daniel López  < VDL >

Twitter @vicdanlop

La comedia negra es una de las fórmulas más efectivas en la carrera fílmica de Scorsese. Llevar lo cotidiano a lo hilarante, y la ironía a un paso pequeño del drama. Siempre buscando historias para deshilar el absurdo y mostrar el interior bajo las capas del cuerpo, la naturaleza del ser humano, seas quien seas, en la situación en que te encuentres.

El comediante ficticio Robert Pupkin aspira a ser el mejor comediante americano, El Rey de la Comedia, como sueña con hacerse nombrar. Y para ello hará hasta lo imposible por tener un espacio en el show televisivo de Jerry Langford, protagonizado por uno de los más excelentes comediantes que ha tenido la nación estadounidense, Jerry Lewis. Jerry de Jerry, en un papel totalmente opuesto del que ha tenido toda su vida como actor. Un hombre prepotente, que goza del culto de la gente sobre él, pero por dentro es terriblemente miserable y solo. Pupkin, ridículo ambicioso, protagonizado por un gran Robert de Niro, no desistirá hasta conseguir lo que busca: su espacio en la televisión para demostrar su talento que tiene como comediante, el mejor, el rey de todos. Y hará hasta lo impensable por tener su espacio: con Jerry, en la caja negra, para el pueblo norteamericano.

La sátira de un hombre que busca la fama y una mujer que vive obsesionada por el ídolo que ha reverenciado siempre. Una crítica a la “sociedad del espectáculo”, como lo llamó Guy Debord, que vive para vivir la vida de otros, y no la de uno. El extremo que llega a lo disparatado. La comedia emerge de la búsqueda del sentido de la comedia misma. Unos días de locura que parecieran avecinar el siguiente filme del director, “After Hours”, en donde en una noche todo lo ilógico e irracional pareciera despertar de las necesidades que a veces no comprendemos, o los deseos. Varias escenas nos recuerdan a “Taxi Driver”, la soledad del hombre en búsqueda de algo que lo complete. Un guion, por Paul D. Zimmerman, que pareciera ser una de las piezas influidora para los más jóvenes, pero igual de talentosos, Hermanos Coen. Quizá no sea una de las películas más reconocidas y predilectas del autor, pero sin duda tiene su espacio de culto y debiera merecer una mejor recepción hoy.