Por Josselin Chávez

Recuerdo que un maestro dijo alguna vez que para hacer poesía se necesitan tres cosas: sufrir, sufrir y sufrir.

Si bien se sufre en la vida “por amor, perdida, desequilibrio, fracaso…” sin duda la vida de Frida Kahlo fue todo una tragedia griega con todas las peripecias, anagnórisis, catarsis… pintó porque sufría, porque cada pincelada era necesaria darla, porque cada engaño era canalizado en su pintura, porque ella sufría. Mártir por excelencia.

¿Y quién no llegaría a esa actitud cuando los entes que rodean se vuelven cada vez mas distintos?

Bien, fue abrumadora su vida, sin embargo se glorifica a Kahlo como representante del folklor mexicano, su actitud frente a la vida, la personalidad abrumadora sobrepasa su pintura. Muchos pintores encuentran en la pintura un modo de escape, otros una forma de rebeldía, pocos (conocidos formalmente) son los que se dejan seducir por la pintura, pintura por pintura sin mas(claro que existe tema, dialogo y objetivo).

Deprimente es la obra de Kahlo, es kitsch, su imagen se ha hecho vulgar, fuera de lugar, un contexto que no corresponde, hay un carácter popular en sus pinturas, individualismo, compromiso político, libre sexualidad, feminismo.

Su obra ha sido meramente documental, queriendo alcanzar una técnica renacentista (cosa que Diego Rivera logra en La Capilla Riveriana) sin poder lograrlo. Me parece que la tragedia que carga Kahlo desde chica se apodera de cada pincelada impidiéndole ser seducida por la pintura y llegando a lo snob.

Junto con Diego Rivera, representan la pintura mexicana mundialmente, Kahlo sigue siendo una imagen que crea identificación nacional, y eso la mantiene vigente.

Dejemos de pensar en aquél perfil, aquellas cejas y concentrémonos en su pintura, NO, no es la única pintora mexicana de su época, muchos menos actualmente.