Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

“Toto, me parece que ya no estamos en Kansas”, decía una sorprendida Dorothy cuando ante sus ojos aparecía por primera vez la tierra de ensueño llamada Oz. Esta frase es una de las más recordadas de la historia del cine, sobre todo si profundizamos en lo que este diálogo hacía referencia, lo que para el cine representaba. Dorothy dejaba Kansas (esta parte fue rodada en sepia) para llegar a Oz, donde por primera vez el color era usado de forma cinematográfica a un nivel nunca antes visto en ese entonces. El color había llegado al cine para quedarse, habíamos dejado Kansas, llegábamos a Oz.

El Mago de Oz dirigida por Victor Fleming, se estrenó en 1939 y de inmediato sentaba precedentes, una de las mayores super producciones que Hollywood dio durante la primera mitad del siglo XX, la MGM no escatimo en gastos para hacer del libro de Frank L. Baum todo un espectáculo a nivel visual, quizá solo comparado con Lo que el viento se llevó, curiosamente filme del mismo año que también fue dirigido en parte por Fleming.

Hablamos claro de una de las primeras super producciones que se tengan registro, con numerosos sets para crear la tierra de Oz, la ciudad de Esmeralda, vestuarios diseñados cuidadosamente con lujo de detalles, la utilización de efectos visuales para crear secuencias innovadoras para la época como la del tornado o las apariciones de la Bruja Malvada del Oeste, miles de extras utilizados en escena, pero más que nada sobresalía ese uso del color, tan perfectamente ejecutado, donde cada decisión de producción era tomada para darle mayor realce a este, como el cambio de las zapatillas de Dorothy de color plata en el libro a rubí en la película.

Por supuesto que además del uso extraordinario del color, El Mago de Oz también será recordado como el filme que nos regala a Judy Garland, esa dulce niña de 16 años en ese entonces, la cual con una sola mirada era capaz de transmitir tantas sensaciones positivas, ternura, alegría, dulzura, valentía, amistad, amor, y que nos regalaba momentos memorables, liderados por ese canto hermoso a la niñez, a los sueños, que es Somewhere over the rainbow, probablemente la canción más recordada de la historia del cine, mil veces adaptada, nunca igualada. Y pensar que estuvo cerca de quedarse fuera del montaje final.

Como todo clásico que se precie, numerosas leyendas rodean a El Mago de Oz, quizá la más comentada sea la del supuesto suicidio de uno de los integrantes del crew, que incluso dicen se puede ver su silueta en un pasaje del filme, mientras Dorothy y sus amigos siguen el Camino Amarillo puede verse a un hombre ahorcado en uno de los árboles, ¿será cierto?

No cabe duda que se trata de un clásico dentro del cine que todos los niños deberían ver alguna vez en su vida, sin embargo también hay que decir que se trata de un filme que el paso del tiempo no le ha caído nada bien, no refiriéndonos a nivel técnico; que está claro con los años se va superando lo visual, sino por una historia que ha quedado muy alejada en el tiempo, demasiado infantil por momentos y cuya oscuridad pasa desapercibida, con personajes bastante planos (a excepción de Dorothy y la Bruja del Oeste) y una resolución dramática bastante precipitada y torpe. Muchos dirán que es porque es un filme hecho para niños, sin embargo con las mismas bases podemos decir que a los filmes hechos por Disney en la misma época (Blancanieves, Dumbo, Pinocho) no les sucede, por el contrario, son filmes que uno puede disfrutar aún más como adulto que como niño, pero con El Mago de Oz viéndola adulto la balanza es claramente desfavorable.

El Mago de Oz es mítica; que no perfecta, un clásico infantil que cumple 75 años que forma ya historia del cine, sobre todo porque en esa ocasión el cine dejaba Kansas, llegaba a Oz, el color se convertía en una herramienta cinematográfica y llegaba para quedarse. El cambio ya estaba hecho y Dorothy, Toto, el Mago, la Bruja, el León, el Hombre de hojalata, el Espantapájaros, entre otros, fueron parte de ello.

Somewhere over the rainbow

En Algún Lugar Sobre El Arcoíris
Muy Alto
Y Los Sueños Que Has Soñado
Alguna Vez En Una Canción De Cuna
En Algún Lugar Sobre El Arcoíris
Pájaros Azules Vuelan
Y Los Sueños Que Has Soñado
Los Sueños De Verdad Se Vuelven Realidad
Algún Día Desearé En Una Estrella
Despertar Donde Las Nubes Están Lejos Debajo De Mí
Donde Los Problemas Se Derriten Como Gotas De Limón
Muy Arriba De Las Chimeneas Es Ahí Donde Me Encontrarás
En Algún Lugar Sobre El Arcoíris Pájaros Azules Vuelan
Y Los Sueños A Los Que Te Atreves, ¿oh Por Qué, Oh Por Qué No Puedo?
Bueno, Veo árboles De Verde Y
Rosas Rojas También
Las Veré Florecer Para Ti Y Para Mí
Y Pienso Para Mí Mismo
Qué Mundo Tan Maravilloso
Bueno, Veo Cielos De Azul Y Veo Nubes De Blanco
Y La Brillantez Del Día
Me Gusta Lo Oscuro Y Pienso Para Mí Mismo
Qué Mundo Tan Maravilloso
Los Colores Del Arcoíris Tan Bonitos En El Cielo
Están También En Las Caras De La Gente Que Va Pasando
Veo Amigos Dándose La Mano
Diciendo: “¿cómo Estás?”
Están En Verdad Diciendo: “yo… Yo Te Amo”
Escucho Bebés Llorar Y Los Veo Crecer
Aprenderán Mucho Más De Lo Que
Nosotros Sabemos
Y Pienso Para Mí Mismo
Qué Mundo Tan Maravilloso
Algún Día Desearé Sobre Una Estrella
Despertar Donde Las Nubes Están Lejos Debajo De Mí
Donde Los Problemas Se Derriten Como Gotas De Limón
Muy Arriba De Las Chimeneas Es Ahí Donde Me Encontrarás
En Algún Lugar Sobre El Arcoíris Rumbo Arriba
Y Los Sueños A Lo Que Te Atreves, ¿oh Por Qué, Oh Por Qué No Puedo?