Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

El ser hombre expuesto como lo que es, un animal, que en un entorno totalmente natural su condición salvaje se ve reflejada para poder sobrevivir. Ese salvajismo es la característica principal que le imprime el director Alejandro González Iñarritu a su última película: The Revenant.

En un nivel argumentativo no se trata de un filme que vaya a aportar algo novedoso con su historia, se trata del relato de supervivencia en turno como lo fueron en su momento Life of Pi, Gravity o All is lost, pero no por eso su guion deja de ser interesante, de echo de los nombrados anteriormente probablemente se trate del guion con más matices y profundidad, hay detalles muy ricos y su exploración del lado salvaje se ve latente en toda la trama, no solo en sus personajes o sus acciones, sino en todo el contexto, si en lugar de personas los protagonistas fueran leones o lobos el resultado no cambiaria en absoluto, el salvajismo siempre esta presente, eso no impide que haya rastros de compasión o haya espacio para una catarsis, el guion compensa muy bien la falta de diálogo, hay escenas donde la mirada sola de Hugh Glass o las tomas panorámicas naturales dicen más que mil palabras.

Iñarritu firma un trabajo tras las cámaras magistral, es por momentos un filme muy paciente pero con mucha idea para luego dar paso a momentos más potentes llenos de adrenalina, el director ejecuta escenas poderosas con algunos planos secuencias perfectamente planificados y con un manejo del sonido (la respiración de Glass, el viento) y de la imagen apabullante, por supuesto esto con la gran colaboración de ese genio llamado Emmanuel Lubezki que desarrolla perfección en cada uno de los fotogramas, su utilización de la luz, del cielo, del suelo, de las siluetas, es de un talento casi milagroso.

The Revenant pertenece sin duda al género de aventuras pero posee una marca distinguible para poderla catalogar como cine de autor, aquí si logro distinguir al cineasta que nos trajo películas como Amores perros o 21 gramos, esos personajes deshumanizados, su falta de comunicación, la sed de venganza, la colisión de perspectivas. Mientras visionaba el filme no podía dejar de acordarme en momentos puntales del Huston de El tesoro de la Sierra Madre o del Peckinpah de Duelo en la alta sierra, hay mucho del cine de aventuras de antaño en esta cinta.

Leonardo DiCaprio nuevamente esta excelente, una interpretación muy física  donde con su mirada consigue momentos escalofriantes, mientras que Tom Hardy es el roba escenas total, cada vez que este hombre esta en pantalla se siente algo muy especial, su nominación al Oscar es uno de los mayores aciertos que tuvo la Academia este año.

Muchos podrán decir que se trata de un filme frio; puede ser, para mi tiene sangre en las venas, me ha emocionado lo que cuenta y por supuesto a nivel técnico y realización me parece el trabajo. del año.

Iñarritu se termina de consolidar, ha firmado su mejor película y la que probablemente aguante más el paso del tiempo, este hombre es un tipo muy pesado, ególatra y conflictivo, pero esta vez razones validas le sobran.