Por Denigrante

Entre la mierda no hay distinciones, lo que huele mal se distingue a primera olida, el asco penetra hasta la puta alma, tal es el caso de nuestra caricatura de políticos, aquellos que aparecen en los programas de Telerisa o TV apesta, esos que quieren convencerte por pinches discursos imbéciles que la solución está en nuestras manos. Estamos entrando a un año de la salida del pendejisimo de Peña Nieto, ¿que tenemos? un chingo de pobreza, un desmadre en la ley, políticos oportunistas, costumbres de voto y una incapacidad natural por accionar.

Se vislumbran unas elecciones con tantos candidatos como pendejos en el senado, su idea de repartir los votos entre más personas para ganar la presidencia va por buen camino. Estamos cayendo en el juego que esos estúpidos quieren, aprovechándose de un sistema democrático controlado. Desde luego no hay salvadores en el camino, no existen las personas que se interesen por eliminar la pinche pobreza viviente en las calles, lo que si hay es un grupo de partidos políticos cabrones que están dispuestos a todo con tal de controlar el país, son capaces de juntarse los mochos HDP del PAN y los mentirosos HDP del PRD, que maldita sensación de sacar un arma como en el gabacho, entrar al senado y darle en su madre a todos lo que encuentres ahí.

Hay otro sector que se quiere colar por la puerta de atrás haciéndose víctimas y dándose de alta como candidatos independientes, el caso de la pendeja esa que quiere emular a la Hillary Clinton, es decir, que después de la basura de gobierno que tuvo su esposo FECAL viene a seguir por ese sendero llevando como bandera ser mujer, ¡no mames!!!! No soy misógino, pero ir pidiendo toda la vida igualdad y después salir con una campaña feminista me parece retrograda, enferma y oportunista.

Seguramente tendremos nuestros impuestos reflejados en comerciales que se basan en desprestigiar como ocurre cada elección, lo que hace falta es una revolución, dejar de pagar sus impuestos inventados y mandarlos a chingar a su madre. Pero eso no va a pasar, aun somos tan valemadristas que lo único que nos viene a la mente es la siguiente pinche fiesta donde gastaremos lo que con tantos huevos nos cuesta ganar.