Reseña del libro “La naturaleza del espacio y el tiempo” de Stephen Hawking y Roger Penrose 

 

Por Víctor Daniel López  < VDL >

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Fue en 1994 cuando Stephen Hawking y Roger Penrose dieron un emblemático debate en el Instituto Isaac Newton de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Cambridge, marcando así un hecho de gran importancia para el mundo de la física y las ciencias, parecido a aquel otro evento reñido entre Einstein y Bohr sobre la teoría de la relatividad y el campo gravitatorio, nuevas disciplinas de estudio por entonces para abordar la realidad. Siguiendo así las teorías y supuestos de Einstein y Bohr, Penrose adopta un modelo similar al que se inclinaba el primero, a diferencia de Hawking, cuyas teorías, quizá más tradicionales, van más en relación con las de Bohr. En 1965, Roger Penrose y Stephen Hawking fueron quienes en conjunto descubrieron los teoremas sobre la existencia de singularidades del espacio-tiempo, cuyos resultados a partir de entonces marcaron el principio de una nueva forma de estudiar y entender la relatividad general, es decir, la gravitación descubierta por Einstein en 1915. A pesar de ello, los años hicieron que cada uno siguiera construyendo sus planteamientos por diferentes caminos, hasta este debate en el que se pudieron enfrentar y atacar respetuosamente las teorías del otro.

Años después, estas mismas sesiones fueron redactadas y publicadas por la Universidad de Princeton bajo el título “La Naturaleza del Espacio y el Tiempo”, y ahora logra hacerse de materia pública, y llegando hasta nosotros, gracias a Penguin Random House, bajo el sello editorial DEBOLSILLO. En este libro, recopilación misma de la serie de conferencias, debate y preguntas que se desencadenaron durante aquellos días encerrados en la universidad, podemos entender las semejanzas de las investigaciones de ambos físicos (uno teórico y otro matemático), pero más aún sus diferencias acerca de la mecánica cuántica y su impacto que ha tenido para poder entender mejor nuestro universo y la vida, así como también uno de los temas principales en que se han centrado las investigaciones de ambos: los agujeros negros; resultando así, como una de las confrontaciones más representativas, el definir el destino de la información que se almacena dentro de los agujeros negros que son resultado del colapso gravitacional de una estrella (Hawking apuesta por la pérdida intrínseca de información, hecho que aún no está universalmente aceptado por la comunidad científica; mientras que Penrose afirma que existe una reducción objetiva de la función de onda, creando así una tesis distinta sobre un nuevo tipo de física que produzca por sí misma la reducción del estado, actualizándose ya sea en una u otra alternativa y estableciendo de esa forma su “correcta teoría de la gravitación cuántica”).

La radiación, los agujeros negros y blancos, la teoría de cuerdas, los teoremas de singularidad, la entropía y la atracción gravitacional, son algunos de los complicados temas en los que profundizan estos dos genios, siendo el tiempo y el espacio el eje central sobre del cual giran. El misterioso origen de la vida del universo y su final inevitablemente intrigante. Ambos físicos, considerados como algunos de los más grandes de este siglo, exponen cada uno sus propias teorías, las explican y defienden, y gran parte del dilema en que se ven envueltos puede verse resumido en el famoso experimento imaginario del gato de Schrödinger ((gato vivo) + (gato muerto)), que bien explica lo que es la reducción de la función de onda y que termina siendo una de las más claras interpretaciones de lo que es la mecánica cuántica.

Las últimas décadas se ha inclinado por darle más importancia a la física cuántica, y no es que la mecánica carezca de ella, porque al final es la que establece las bases principales de la otra, pero cada vez se descubren nuevas formas de estudiar y analizar las partículas, que tienen un funcionamiento totalmente diferente. Y entonces, esto a la vez ayudará al hombre a poder entender el funcionamiento del mundo y del universo, de la vida y e incluso del mismo hombre.

 

 

 

1 COMENTARIO

  1. A veces pienso que la física es pura hermenéutica, esto tiene su valor desde luego, pero que se peleen por defender sus ideas es un poco absurdo cuando se trata sólo de distintas interpretaciones de la realidad y de distintas explicaciones de hechos que, de hecho, tienen mil explicaciones posibles. Como el Bossón de Higgs, ese inventó teórico que cubrió un vacío que podía haber sido cubierto por otra teoría, o por otra, siempre y cuando encajara. Pienso que la física es muy interesante, pero exige fe, como todo, aunque algunos crean que lo que creen es una verdad. En fin, habrá que leer el libro. Saludos.