Reseña del libro “Mujeres olvidadas” de Susi Bentzulul

 

Por Víctor Daniel López  < VDL >

Twitter @vicdanlop

 

 

Una poesía poderosa proveniente de versos simples pero llenos de dolor. Tres partes son las que conforman esta antología de la poeta maya tsotsil, quien escribe en su lengua con traducción al español en la edición publicada por Fondo de Cultura Económica: “Almas heridas”, “Cuerpos y sentimientos despojados” y “Voces silenciadas”.

Susi nos comparte, desde lo más íntimo, sus experiencias dolorosas marcadas por la sociedad patriarcal, y aún más, dentro de las etnias indígenas. Son heridas de su pasado, trágicas, recuerdo y homenaje a las mujeres heroínas que conformaron su familia, pero cuyas pérdidas asemejan un vació irremplazable. Sólo el tiempo y la poesía serán capaz de rendirle culto. La mujer indígena, la mujer doliente y víctima de discriminación o de violencia. La mujer rota. Pero también la mujer valiente. La inconformista. La rebelde.

Sus gritos son, en conjunto, una denuncia social, pero también una forma de reconciliación con ella misma. Nos habla de cosas fuertes, muy pesadas para lectura de poesía, pero que ocurren de a diario en las calles, los pueblos, los lugares alejados y a la vez cercanos a la ciudad, en cuanto a idiosincrasia generalizada. Las violaciones por los propios padres, las mujeres desaparecidas, fosas de cuerpos no encontrados, y la danza como ritual único de la mujer en libertad.

“Mujeres olvidadas”, o “Tenbilal Antsetik” en maya-totsil, nos llega a partir el alma. Una confesión que llora a los cuatro vientos. Las letras sangran, pero también arden, para decir algo que se dice todos los días. Quizá sólo de otra manera, tal vez un silencio capaz de ensordecer la violencia, al menos mientras se canten sus versos.