Por: Erick Galvez Ayala

«El hombre es infeliz por naturaleza, esta constituido esencialmente por su voluntad» decía  Schopenhauer dicha afirmación nos aclara el porque nuestras adicciones cambian momento a momento. Todo ser esta deseando algo a causa de su voluntad, una vez que lo alcanza, lo conoce o lo domina el deseo se vuelve parte del pasado, por eso solo podemos tener momentos de felicidad y no el paquete completo.

Anclados a nuestra voluntad día con día vamos cambiando nuestros vicios por unos nuevos, si antes lo que nos extasiaba era un concierto, un evento en sociedad familiar o un logro alcanzado hoy no es necesario, no requerimos de esos eventos para tener un momento de calma, de tranquilidad, de alegría, solo basta un mensaje, un like, un mail para darnos esas emociones. La actualidad carece de sentimientos reales sin embargo eso nos gusta, eso es lo que nos motiva, ahora no es importante lo que pasa en cierto momento, no importa guardarlo en tu mente, tenerlo tatuado a tu piel, lo que realmente importa es compartirlo con los demas, que tu vacío se sustituya por un par, cien o mil personas que le den like a tu foto, a tu comentario. La ironía mas grande es que permaneces mas cerca de gente que apenas conoces y mas lejos de aquellos que realmente son relevantes en tu vida.

Las maravillosas redes sociales que alguien invento para controlar esta decadente humanidad son nuestra nuevo vicio, nos perturban al grado de no poder vivir sin un aparato de comunicación o sin un televisor que tenga acceso a Internet. Son una herramienta indispensable para nuestra comunicación pero solo deteriora el modo en que se da esta, ahora la gente no charla sobre una anécdota, la platica por facebook a todos sus amigos seguramente porque lo hace sentir mas escuchado que cuando solo lo comentaba con sus amigos cercanos.  Las familias se hablan mas por whats app que personalmente, las disculpas, los piropos, los enojos, las alegrías están en nuestros estados que en nuestro ser. No se si esto sea malo ni tengo intención de que el tiempo sea como el pasado aunque extraño tener mis secretos bien guardados, extraño decirle a mi mujer cuanto la amo al oído, extraño ser parte de algo único y no tenerlo que compartirlo con nadie.

Por otro lado se que sin estas herramientas mi vida no estaría conectada en estos momentos, se que no podría (o quizás si) contarle a cualquier persona mi sentir sobre el mundo, se que nadie (o quizás si) podría leer esto, se que nadie (o quizás si) estaria para apoyarme en un momento de insensatez o desesperación. Quizás todo lo podríamos hacer sin las redes sociales, tal vez sean mejores de lo que yo pienso, el problema es que todo lo que se vuelve adicción termina por ser nocivo y al menos este vicio no necesita un rango de edad para atraparte, cuiden sus manías con ellas, tengan el control.

«En el pasado tu eras lo que tenias ahora eres lo que compartes» Godfried Bogaard»