Por: Víctor Daniel López < VDL >

 

En este libro se reúnen algunas de las pláticas que tuvieron lugar en las discusiones filosóficas dentro del seminario “Ser y Tiempo” del semestre de invierno (1966-1967) en la Universidad de Friburgo, por parte de Martin Heidegger y su discípulo Eugen Fink. En esta edición traducida, Fondo de Cultura Económica reúne las mejores partes de estas pláticas excepcionales en las que se indaga tanto en la filosofía del pensador griego, como en su obra. Heráclito de Éfeso, filósofo griego del último siglo antes de la era moderna, exploró numerosos temas, pero en su mayoría relacionados con la cosmogonía, con la vida y la muerte, el concepto de la idea misma, la luz y la sombra, los pensamientos y el sueño. Durante trece sesiones recopiladas, tanto los maestros como los alumnos presentes, demuestran las dificultades que se viven al intentar entender las bases del pensamiento de Heráclito. Entre los participantes se encontraron los profesores Gerhart Baumann y Johannes Lohmann, la doctora Hildegard Feick, el consejal Siegfried Brôse (presidente entonces del Círculo de Bellas Artes de Friburgo), entre otros. La idea nació de Eugene Fink, al albergar durante mucho tiempo el deseo de exponer su propia interpretación de Heráclito en un diálogo en conjunto con Heidegger. Así, juntos se adentraron “en dilucidar el sentido del pensamiento del filósofo presocrático, intentando así, crear un hilo conductor, una pista, que ayude a iluminar el sentido de su obra”.

En el transcurso de las páginas, el lector, adentrándose en una lectura un poco complicada si se carece de nociones filosóficas, podrá analizar los pensamientos heráclitos, en donde se reflexiona acerca del origen del mundo, la vida, la muerte, y todo lo que en torno a ellos circula y vive. La filosofía de Heráclito se centra en el principio de que todo está siempre en constante cambio; la esencia radica en la transformación de las cosas, o en su nacimiento, o su muerte. Es aficionado de las ciencias, la astronomía y la meteorología. Afirma que “sólo existe y es real el devenir, todo fluye y nada permanece estático”. Avaló también la existencia de la palabra “logos” (de carácter eterno) y que en cierto sentido significa que todas las cosas son una, siendo así la inteligencia que habita dentro de la existencia misma. Creía que los opuestos son necesarios para la vida diaria, pero que éstos se encuentran unificados en un sistema de intercambios equilibrados. Para Heráclito, el “arjé” es el fuego que da origen al cosmos, al universo y al principio de todas las cosas.

“El mundo no es creado por los dioses, sino que ha existido y existirá para siempre, es fuego eterno que se mueve, prende y apaga según principios o leyes regulares. El cosmos es un constante cambio entre ignición, combustión y enfriamiento.” (Heráclito)

De esta manera, Heidegger, Fink y los alumnos partícipes, indagaron en la interpretación de las preguntas que antaño se había hecho Heráclito: ¿Fue el rayo el que hizo nacer todo? ¿Pero, si ya había oscuridad, entonces existía algo? ¿Cuál es la diferencia entre la noche y el día? ¿Qué es la luz y el fuego? ¿Qué dio origen al universo? ¿Qué es la materia y Dios? ¿Qué es el tiempo? ¿Siquiera éste existe? ¿La muerte conlleva hacia algún lugar? ¿Qué es en sí morir? ¿Qué la vida? ¿El sueño es una aproximación hacia la muerte? ¿De dónde proviene el entendimiento, la razón, la creación del concepto? ¿Si todo cambia, entonces nada perdura? Dentro de este seminario, transcrito por el mismo Hegel y publicado a sugerencia de Jean Beaufret, se logra reflexionar acerca de estas preguntas que desde todos los tiempos han inquietado a los hombres. Dos pensadores grandes se reúnen en este libro: el uno tratando de descifrar al otro, separados por una barrera temporal, histórica y cultural, que carga con más de dos mil años de diferencia.

Así mismo, no solamente se exploran aquí las suposiciones, hipótesis y posibles explicaciones sobre los pensamientos del filósofo griego a todas estas preguntas, sino que también se crea una reflexión sobre la metodología misma de la interpretación, a partir de ideas formuladas en un tiempo donde aún no se tenía bien establecido el concepto de la propia palabra “concepto”.

Martin Heidegger es uno de los más grandes filósofos del siglo XX. Estudió y fue catedrático de la Universidad de Friburgo, fue discípulo del fenomenólogo Edmund Husserl, y a partir de ellos fue que desarrolló su pensamiento propio. Se le conoce como el fundador de la filosofía continental, acercándose así un poco también a la filosofía de Hegel. Su pensamiento se enfocó principalmente en la destrucción de la metafísica, lo cual posicionó la temporalidad y el lenguaje como puntos clave de la ontología. De esta manera, con su filosofía, comenzarían a originarse el historicismo, la hermenéutica, el irracionalismo y la fenomenología.

Eugen Fink fue un filósofo alemán de la Universidad de Friburgo. Fue seguidor de B. Husserl, lo que lo llevó a convertirse en un pensador representativo de la fenomenología trascendental. Después de unos años fue que se unió a las ideas de Martin Heidegger, convirtiéndose así en su principal ayudante y seguidor. Fue uno de los iniciadores de la hermenéutica simbólica. Fue uno de los encargados en organizar los textos que constituyen el Husserl-Archiv, de la Universidad de Lovania. Escribió una monografía sobre Friedrich Nietzsche en 1960 y el Tratado sobre el Poder del Hombre en 1974.

 

“Heidegger es importante porque, a partir de él se entienden muchísimas tradiciones contemporáneas: la hermenéutica contemporánea con Gadamer en Alemania, Paul Ricoeur en Francia […] lo que se le llama la rehabilitación de la filosofía práctica inició ahí con alumnos de Heidegger como el mismo Gadamer, Hana Arendt, Hans Jones, Levis Strauss, Johan Ritter […] toda la línea que se le conoce como el posestructuralismo con Michel Foucault y el pensamiento de la otredad con Manuel Lebinaz.”

Entrevista a Ángel Xolocotzi sobre Heidegger