Reseña del libro “Todo llevará su nombre” de Fermín Goñi

 

Por Víctor Daniel López  < VDL >

Twitter @vicdanlop

 

 

Fermín Goñi, escritor y periodista español, ha sido desde siempre un apasionado por la historia latinoamericana desde la perspectiva revolucionaria y de independencia, siguiendo los pasos de grandes personalidades, como Simón Bolívar, a quien en esta novela le dedica sus palabras en un bello homenaje a los últimos días que pasó el libertador.

“Todo llevará su nombre” (un título que no podía sonar más poético), es la biografía novelada del militar que cambió el curso del norte de Sudamérica. A través de una prosa sutil y estructurada, nuestros ojos se suman a los de los testigos que acompañaban a Bolívar durante las últimas semanas que pasó aislado en su casa de Santa Marta. Rememoramos algunas de sus batallas, sus victorias, pero también derrotas, principalmente las traiciones de muchos de sus hombres, y el poder de la ambición que a muchos les ganó y que estaba ocasionando la división de países como la de Venezuela de Colombia. La mirada triste del general, al ver sus ojos, por última vez, cómo todo lo que había construido en los últimos años se estaba desmoronando. América Latina estaba retrocediendo, y caía en lo mismo. Tanta batalla, ¿para qué? Se lamenta, tal vez reflexiona, pero no se arrepiente, porque sabe el cambio que llevó y del que servirá para la posteridad.

Simón Bolívar, el hombre que había sido capaz de ser invencible, ante todo, ahora se encuentra perdiendo la batalla ante una tuberculosis. La fragilidad hasta en el hombre más valiente. Una historia para recordarnos, también, que todos, por más lo que logremos, somos humanos. El mismo destino para todos. “Todo llevará su nombre” es más que una narrativa sobre su muerte; trata de acercarnos, con humildad, al ser humano que habitaba dentro del libertador. Un hombre con miedos, con debilidades. Del otro lado del mundo, en Europa, hasta hacía poco había habido un nombre llamado Napoleón. Su destino, también, fue la derrota. Hay una relación que incluso se ve en el libro, por parte del médico que atendió a Bolívar en sus últimos días. Y también, la relación de la pérdida. La muerte como reconciliación, tal vez. Pero el mismo destino. La misma tumba. El mismo nombre para todos.