Cineastas: David Lynch

 

Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

 

Desde sus inicios el cine siempre ha estado ligado al surrealismo para captar la esencia de lo onírico, lo intangible, sueños e imaginación, lo extraño de la mente humana y la sociedad, muchos directores establecen su cine a partir de estos elementos, pero ninguno como el genio de Missoula, el amo eterno del surrealismo, el maestro David Lynch.

A través de su carrera Lynch ha experimentado en artes como la música o la pintura, pero es el cine donde ha logrado plasmar su inventiva imaginación para crear verdaderas odiseas oníricas capaces de trasladarnos a mundos alternos fuera de la vida real. Desde su opera prima Cabeza borradora este hombre ha tenido claro los patrones que rigen su cinematografía y con el paso de los años los ha ido perfeccionando hasta encontrarnos al autor que es ahora, capaz de fusionar la realidad y fantasía a través de travesías dentro de la mente humana, y eso es precisamente lo que hace tan grande a Lynch, que lo que vemos con él solo nos es posible en nuestro subconsciente, pero él nos lo regala en forma de celuloide.

Las habilidades de Lynch como director van más allá de captar lo intangible, es igualmente un narrador de historias alternativo siempre retorciendo la trama de sus historias con líneas temporales diversas que no hacen sino confundir al espectador pero al mismo tiempo dejando pequeños detalles a través de símbolos que le dan la oportunidad de crear múltiples lecturas a sus relatos, por eso es imposible ver una película de Lynch por solo una ocasión, siempre en cada visionado se descubre algo nuevo y cambia por ello transcendentalmente la perspectiva con la que se mira.

Junto a Hitchcock, Lynch es el único director que ha logrado dejar huella no solo en el cine sino también en la televisión gracias a su serie de culto Twin Peaks, un programa que cambio para siempre los estándares de la televisión contemporánea y elevo el estatus autoral de las series las cuales hasta ese entonces eran de contenido más digerible y sin ambiciones narrativas reales. Podríamos decir que el gran momento por el que pasa la televisión actual (superando muchas veces lo que ya se ve en el cine) no se podría haber dado sin la presencia de Twin Peaks.

Es imposible definir lo que es el cine de David Lynch pues se trata del cineasta más inclasificable que ha existido, su filmografía habla por sí sola y solo nos da pequeñas pistas de lo que se encierra en la abstracta mente de su autor, probablemente el hombre más inteligente; con el permiso de Bergman, que se ha puesto detrás del cinematógrafo.

 

“El arte no cambia nada, el arte te cambia a ti”.- David Lynch

 

 

3 películas para recomendar

 

Terciopelo azul. Supone el punto de inflexión del cine más tradicional a la extravagancia en la que se terminó convirtiendo la filmografía de Lynch. En Terciopelo azul esta todo lo que caracteriza al cine de este director, el retrato de la América rural, la transformación de la adolescencia a la vida adulta, el retrato de mundos oscuros dentro de nuestra propia realidad y lo surreal en lo que se ha convertido nuestra sociedad, de cosas que simplemente no se hablan y que pertenecen a “un mundo extraño”.

 

Una historia sencilla. Si alguien viera esto sin saber quién es el director que está detrás nadie adivinaría que es de Lynch. La trama es simple, un anciano viaja miles de kilómetros conduciendo su máquina cortacésped para poder visitar a su hermano, no se esconce nada más, no hay lecturas escondidas, solo el viaje más hermoso, sencillo e hipnotizante que se haya filmado musicalizado por la bellísima música de Angelo Badalamenti.

 

Mulhollad Drive. Una fantasía onírica que nos adentra en la oscuridad del ser humano mientras nos cuentan una historia de amor, pasiones y misterios. Hay momentos tan grandes que se encuentran dentro de lo mejor de la cinematografía mundial, el Club del Silencio, la escena lésbica, el Cowboy, la audición, el hallazgo del cadáver, el suicidio. Con toda justicia ha sido llamada la mejor película del siglo XXI por numerosos críticos de cine.