Reseña de Estanislao de Alejandro Guzmán (FIC UNAM 2021)

 

Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

 

Estanislao es la segunda película en la carrera de Alejandro Guzmán tras la aplaudida Distancias cortas, una comedia dramática la cual fue nominada a la Mejor opera prima en los premios Ariel. Sin embargo esta nueva producción pocas risas tiene, y es que Estanislao se trata de un thriller psicológico con tintes de cuento gótico que pone a su realizador como uno de los talentos más interesantes a seguir en el cine mexicano moderno.

Guzmán vuelve hacer equipo con su guionista Itzel Lara para adentrarnos en un filme que explora el sentimiento de pérdida, la soledad y las tensiones familiares con algunos tintes de cine social, y lo hace con una trama que incluye a un monstruo (literalmente) que le da a la historia un tono de fantasía bastante singular pero utilizado igual a modo de metáfora para el enriquecimiento psicológico de los protagonistas.

La fotografía en blanco y negro de Alfredo Altamirano (fotógrafo de la estupenda Esto no es Berlín) fortalece las aspiraciones góticas del filme además de contar con algunas imágenes inspiradas muy cercanamente al expresionismo, esto sobre todo en las escenas para crear intriga a partir de su atmosfera fantasiosa. Visualmente se nota claramente que es una película hecha para verse en una sala de cine (como bien confirmó su director) y es que la puesta en escena está llena de exquisitos detalles para degustar en la pantalla más grande posible.

Una obra diferente a lo que normalmente estamos acostumbrados en el cine nacional, tanto por la estética como por su uso de elementos oníricos, la cual con una narración y guion más finos (sobre todo en el desarrollo de algunas subtramas) seria; nunca mejor dicho, un monstruo suelto, dejando sin embargo al final un filme más que interesante con destellos de genialidad.