Reseña de la película “La mejor oferta” de Giuseppe Tornatore

 

Por Víctor Daniel López  < VDL >

Twitter @vicdanlop

 

 

Una de las últimas obras de Tornatore, lanzada en el año 2013. Su filme más arriesgado, en donde sale de su nostalgia a la que nos tiene acostumbrados para adentrarnos en un thriller emocional y dramático como nunca lo había hecho. La misma precisión de la dirección de sentimientos en una historia de temple distinto. La estética aquí mostrada logra lucir mucho más debido a todo el arte en que se ve envuelta La mejor oferta. Las pinturas que se nos presentan, pero también cada escena que pareciera ser una obra más de la colección del protagonista (uno de los máximos subastadores de Europa, distinguido y aclamado).

Virgil Oldman, protagonizado por un extraordinario Geoffrey Rush, es un hombre solitario que ha dedicado toda su vida al arte. Coleccionando pinturas de mujeres, desde el renacimiento hasta el arte moderno, desde Botticelli y Leonardo hasta Modigliani y Picasso. No ha podido encontrar el amor en otras mujeres que no sean las de su colección, encerrado y ensimismado en sí y en torno sólo a él mismo, así hasta que descubre a Claire Ibhetson (Sylvia Hoeks), una hermosa mujer que sufre de agorafobia, y que, por lo mismo, se recluye en su habitación sin ser capaz de salir y convivir con el mundo exterior. La relación entre dos personas extremadamente solas, y aparentemente interesadas el uno en la otra, comienza a entablarse, con la historia del arte por detrás, las casas de subasta, y una tesis sobre la falsificación (aunque se quiera siempre imitar la obra original, no podrá nunca el impostor ser capaz de dejar su sello personal).

El resultado de “La mejor oferta es sensacional. El guión nos va llevando de la mano hasta el borde del asiento, empatizando con los protagonistas, deseando que todo les salga bien, mas siendo testigos del giro inesperado (aunque cuidadosamente bien llevado) que saldrá de improvisto hacia el final. La estética está presente en toda la cinta, la cámara y los colores, con todo lujo de detalles y siendo acompañada por una hermosa y potente banda sonora ni más ni menos de aquel compositor que ya ha trabajado de la mano del cineasta italiano: Ennio Morricone. Todo encaja, cada escena como cuadro, y la música en sitio para seguir la narrativa hasta desembocarla en un hermoso (y claro, Tornatore), nostálgico final.

Esta es una cinta diferente a las otras del director, pero del mismo calibre. Su sello y calidad se mantienen. Un aficionado al arte, a la música y al cine, que cuando logra unir los tres elementos, es capaz de presentarnos una pieza delicada y de extrema belleza, para hacernos conmover y sufrir, caer rendidos siempre ante su hechizo.