Cinema Vintage III: Citizen Kane de Orson Welles
Por José Luis Ayala Ramírez
Twitter: @ayala1788
En una era donde a las nuevas generaciones solo les importa consumir el cine actual o donde los antecedentes más importantes del colectivo se remontan a los 90s, 80s, máximo hasta los 70s, en Cinema Vintage surge la idea de ir recuperando las obras maestras del cine clásico que se rodaron durante las primeras décadas de existencia del séptimo arte, pues al fin y al cabo la mayoría del cine posterior es solo una reinterpretación de todas las ideas narrativas y visuales que se concibieron por los grandes directores de aquella época, por lo que nuestra obligación como espectadores es nunca olvidar y promover la visualización de estas películas.
El Contexto: En los años 30s Hollywood se confirmó como la meca del cine a nivel mundial, sin embargo su modelo estaba centrado en la fuerza de sus productores y los artistas que los diferentes estudios firmaban bajo contrato, era un modelo donde el cine de autor destacaba por su casi inexistencia a pesar de que ya figuraban directores como Ford, Hawks o Hitchcock en la industria. Esto empezaría a cambiar significativamente en los años 40s y uno de sus puntos de ruptura fue la llegada de un jovencito de 24 años que venía de triunfar en el teatro adaptando a Shakespeare y de la radio con el programa radiofónico La Guerra de los Mundos, su nombre: Orson Welles.
La Obra Maestra: Poco se puede añadir a la grandeza y legado de la que es protagonista Citizen Kane, considerada por muchos críticos como la película más revolucionaria e influyente de la historia del cine, parte de esto viniendo de su trabajo escénico lleno de contrapicados, profundidad de campo, primeros planos, pero también de una técnica narrativa que combinaba flashbacks, elipsis, ruptura cronológica, todo en pro de una historia que abarcaba diferentes décadas sobre el poder, la ambición y caída, inspirada en la vida real del magnate William Randolph Hearst.
La Escena: Hay numerosos momentos que hacen a Citizen Kane imborrable, pero seguramente el más famoso de todos sea su prólogo. Tras una pequeña muestra de su colosal residencia, poco a poco Welles nos va adentrando en la vida íntima de Charles Foster Kane solo para dejarnos ver sus últimos segundos de vida acompañado de un suspiro final a la voz de Rosebud. ¿Por qué el hombre más poderoso del mundo utilizaría sus últimas fuerzas para mencionar esta palabra desconocida? Lo que viene a continuación es el viaje en busca de respuestas solo para ir generando más incógnitas.
La Influencia: Como ya mencionamos, Citizen Kane es probablemente la película más influyente de todos los tiempos, y es cierto, la opera prima de Orson Welles quizá no sea la inventora real de todas las técnicas por las que es alabada, pero si es la que utilizo estos recursos con la mayor habilidad vista hasta esa fecha, donde cada plano, cada frase y cada escena tenía un significado dentro del cuadro final. El resultado fue la última película que revolucionaría el cine, si este nació con los Lumiere, dio sus primeros pasos con Méliés, creció con Griffith, con Welles se hizo adulto.
