Por José Luis Ayala Ramírez

Probablemente haya dos iconos en la historia del cine mexicano que sobresalen sobre el resto, que su sola imagen o nombre inmediatamente es hablar del séptimo arte a nivel nacional. El primero sería sin duda Pedro Infante y el segundo lleva por nombre Mario Moreno y apodado Cantinflas, es por eso que cuando se supo que se haría un biopic sobre este último de inmediato las altas expectativas no se hicieron esperar.

Sin embargo una decisión despertó las críticas de los seguidores de El Chato y es que el mítico cómico mexicano sería interpretado por un español de nombre Oscar Jaenada, algo que a pocos les caería bien debido a que se consideraba que el protagónico debía recaer en un mexicano. El tiempo les dio la razón a los productores, Jaenada no solo clava el papel, él es Cantinflas, su caminar, sus ademanes, su mirada y por supuesto su “cantinfleo”, el actor hace una interpretación camaleónica no solo a nivel físico, simplemente nadie lo pudo haber hecho mejor, el gran comediante debe estar aplaudiendo desde muy lejos tan acertada decisión dado el riesgo en que conllevaba.

También resulta destacable el trabajo de ambientación que recrea maravillosamente algunos sitios históricos de la Ciudad de México durante la época, asi como algunos sets de películas como Ahí está el detalle, El gendarme desconocido y claro La vuelta al mundo en 80 días.

Fuera de esto Cantinflas hace agua, mucha agua. Principalmente se debe a un guion bastante básico que se dedica a contar la historia ya conocida del actor, sus inicios en el teatro, en el cine y su llegada a Hollywood coronada con el galardón del Globo de Oro a Mejor actor en una película de comedia. Y si, lo cierto que estos guiños cinéfilos resultan muy interesantes incluso nostálgicos, incluyendo varias docenas de cameos de actores tanto mexicanos como internacionales, pero no sirven para sostener toda una película que necesitaba un mayor plus en la historia, sobre todo en lo que se refiere a la vida de Cantinflas fuera del escenario la cual si es tocada en la película pero no se profundiza como se debiera.

La otra parte de la cinta, la que narra un pequeño backstage sobre la cinta ganadora del Oscar La vuelta al mundo en 80 días no posee el interés suficiente para apoyar la ya de por si básica vida de Cantinflas, se ve con cierto interés pero hasta ahí, realmente no hay una historia detrás que merezca ser contada para justificar la incorporación de esta parte al guion. Por supuesto se debe más para proyectar el éxito del comediante en Estados Unidos.

En cierta forma este biopic Cantinflas es un retrato de lo que era la filmografía del artista en la vida real, se trata de una película muy justita donde destaca sobre el resto la enérgica y entregada interpretación de Jaenada, asi era con Mario Moreno en sus películas, él era el espectáculo, lo que salvaba a un guion lleno de clichés y predecible para volverlo divertido e hilarante, vale la pena por verlo a él, al actor, más no por el resto de la historia.

Cantinflas al final es un insípido y frio filme sobre la vida del mejor comediante mexicano que haya existido, olvidable tan solo quedándose para recordar la mejor decisión de casting de años recientes en el cine mexicano, y esa es la de un español llamado Oscar Jaenada que nació para ser Cantinflas.