Por José Luis Ayala Ramírez

Directamente desde Bélgica llega el último filme de los hermanos Jean Pierre y Luc Dardenne, participante de la Sección Oficial en la edición 2014 del Festival Cannes, que de forma sorprendente se fue completamente en blanco en el palmare, y es que; al menos para un servidor, se trata de una de verdadera joyita cinematográfica que hará pensar a más de uno.

Two days, one night es un filme sencillo y pequeño pero que guarda en su interior uno de los mensajes sociales más grandes que haya visto en la gran pantalla. Todo comienza cuando Sandra (Marion Cotillard) pierde su empleo a causa de que sus compañeros de trabajo han elegido tener un bono extra en su salario, por lo que ella debe buscar convencerlos de que rechacen el dinero y la dejen conservar su trabajo, que es de suma importancia para el subsistir de su familia.

Se trata de una historia de orgullo, de dignidad, del coraje para salir adelante ante las adversidades. Sandra es un personaje tan real que es hermoso, en el que podemos reflejarnos cada uno de nosotros, en cada mirada, en cada diálogo, en cada llanto, hay un síntoma de empatía tan natural, es muy fácil ponernos en su lugar por lo que cada situación que acontece se convierte en algo personal dentro de nosotros.

Pero así como es muy fácil ponernos los zapatos de Sandra, resulta sumamente complicado estar en el lugar de sus compañeros, porque en una pregunta de rebote lo socialmente correcto es decir que apoyaríamos a Sandra, sin embargo esto no es una encuesta, es la vida real, donde cada uno tiene una familia, algo por lo que ver, alguien por el cual preocuparse. Por eso ninguna decisión es fácil, y cada encuentro resulta ser una muy realista tesis sobre el comportamiento humano, la sobrevivencia y la complejidad en la toma de decisiones. En todo esto el guion es mucho más complejo de lo que aparenta a simple vista y llega irremediablemente tanto al corazón como al cerebro para crearnos la necesidad de cuestionarnos sobre los valores sociales.

Por su parte Marion Cotillard firma una soberbia interpretación, quizá la mejor de la francesa desde La vie en rose, metiéndose totalmente en el personaje para hacernos olvidar a la actriz y poder visualizar a la esposa, a la madre, a la mujer, a la trabajadora. Ella lo clava perfectamente en cada matiz, en cada gesto, en sus ojos, en su voz.

Two Days One Night es un filme maravilloso, de un valor social incalculable, apoyado en un inmenso guion y en la gran actuación de su protagonista. Una muy grata sorpresa y uno de los mejores filmes europeos de los últimos años.