Reseña de “Aforismos” de Lev Tolstoi

 

Por Víctor Daniel López  < VDL >

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Lev Tolstoi, uno de los autores más importantes de la literatura rusa, se caracterizó siempre por su pensamiento espiritual que conlleva una carga tanto religiosa como moral, sobre cómo el ser humano es que debe comportarse para alcanzar el cielo o la iluminación o el eterno descanso en paz, dependiendo del concepto de “muerte” para cada filosofía. Siempre se aferró por intentar comprender el mundo, la vida, para poder llegar al final del camino desprendido de todo mal y posesiones, para albergar el amor: a uno mismo, a los hombres y al universo. Su vida y sus obras las dedicó a la búsqueda de la verdad, aquella que eleva al hombre hacia un estado superior, la verdad que rige los corazones y las mentes, la verdad del tiempo y la felicidad. Autor de obras monumentales como Guerra y Paz” y “Ana Karénina, nos regaló también esta bella selección de aforismos para dedicarle un tiempo de nuestros días a la meditación y reflexión sobre lo que hacemos, sobre a dónde vamos, sobre nosotros mismos y el mundo alrededor nuestro.

Aforismos” resulta la compilación de frases que Tolstoi fue acumulando durante sus últimos años de vida, extraídas de libros religiosos pertenecientes a filosofías orientales tanto como occidentales (Biblia, Torá, Corán, Dhammapada, Tao Te Ching, Bhagavad-gītā), así como de la literatura universal o de grandes sabios, filósofos, pensadores y artistas de toda la historia de la humanidad. Frases que él consideró eran los pasos que el hombre correcto debe seguir, y que por lo mismo, él solía llamar a este libro El camino de la vida. Así es como forma esta grandiosa obra, parecida más a algún tipo de testamento literario en modo espiritual como si al final de su vida hubiera comprendido grandes cosas que el hombre pocas veces es capaz de hacerlo, aun estando al borde de la muerte. Está dividido en 31 capítulos para que el lector pueda leer uno por día, como dijo Tolstoi es que le gustaría. Un capítulo diario para elevar el alma y abrir el corazón a las verdades que uno se aferra a veces a no querer ver, adentrándose en temas como el alma, Dios, la muerte, los pecados, las tentaciones, los excesos, la palabra y el pensamiento. Nada es subjetivo. Están las frases como tal. Y ya. Será obligación del lector indagar en ellas y descubrirles qué quieren decir, y más aún, ponerlas en práctica en la vida diaria.

Selma Ancira, especialista en el autor y en la literatura rusa, fue la encargada de la selección de los pensamientos más representativos a su parecer, así como de su traducción, para lograr la tarea de sacar esta nueva y agradecida edición a cargo del Fondo de Cultura Económica, como uno de los proyectos por los que se encuentra apostando. El FCE lo sigue haciendo bien, muy bien.