«Los discos del cajón» MINI MULTI by Azul Violeta

 

Por Erick Gálvez Ayala 

Twitter: @Alcaceltser

 

 

Aunque hay diversas agrupaciones que no han recibido el reconocimiento esperado de acuerdo con su aportación a la música en nuestro país, solo hay una que pasó por 30 años en la industria, sin tener el éxito masivo, siendo grandes artistas, la banda fue de Guadalajara, Azul Violeta.

Azul Violeta fue una banda versátil, mezclaron la psicodelia, el rock setentero, el soul, el funk, y hasta música electrónica. Esta última, es la que nos trae aquí, el disco editado en 1999 se llama Mini Multi, un álbum adelantado a su época (aunque sea un cliché), visionario, contundente, intenso, simplemente fastuoso, aunque desafortunado comercialmente hablando.

Mini Multi es totalmente ecléctico, por momentos puede sonar como un gran álbum de rock electrónico, mientras que después puede ser tan funk como no lo hubiéramos imaginado, para después terminar en un soul tan agradable, todo guiado por el mejor cantante del rock en México, el polifacético Ugo Rodríguez.

El álbum comienza con: «Go Billy Go», una gran pieza en la cual el protagonista es el multimillonario Bill Gates, una sátira visionaria que preveía el futuro, «Por ser un demonio de estudiante, le entregamos todos el cerebro…». Un tema para subir el volumen sin parar, la cabeza irá de un lado a otro, sin cesar. Continua la que fue el primer sencillo del disco, «Quiere Más», electrónica, llevada por sintetizadores, el relato de una ninfómana pidiendo constantemente satisfacción, perfectamente llevada.

«Para Pagar» es el tercer track, electrorockera, criticando el sistema político universal, las posturas de salvación no están permitidas aquí, la desilusión rige la letra, «Ya me canse de oír promesas, que sé que nunca cumplirás, no significa que has vencido, no es por eso que me voy, algún día jugare tu juego y comeré tu corazón…». La siguiente es: «Más De Ti», ampliamente sensual, con un ritmo soul, un bajo muy interesante, la guitarras se desplaza de atrás hacia adelante.

Después llega un Jam, la improvisación de una batería, tras ella llega el bajo, guitarra y sintetizadores se dispersan, se unen, escupen furia, escupen intensidad, le nombran «Todos Somos John«, quizá refiriéndose a John Lennon, un sonido verdaderamente brutal. Le sigue «En Tus Ojos«, una melodía funk que se guía nuevamente por sintetizadores, una lírica extraña que puede describirse como cercana a lo paranormal.

«Y Si Te Vi» puede sonar cerca a Primal Scream, el despiste de una relación que ya no existe más se describe. «Empiezo A Llover» es funk bailable, suave pero intensa, pegajosamente pop. «Empiezo a llover y no estás aquí, empiezo a llover y esta lluvia es para ti…», Ugo suena en un hábitat cómodo, todo un clásico.

«La Misma» un bajo solido se escucha, llevada por un ritmo denso, nos habla de un encuentro después de años que puede confundir. «Ladra» es funk, llevada con percusiones al principio, para romper con una guitarras libre al mismo tiempo que marciana, fuerte en su texto, musicalmente es maravillosa. «Me Enfermas» mantiene ese rock fuerte, esa furia resistiendo en un mundo que no parecía vislumbrar algo positivo al llegar el nuevo milenio. Nuevamente una gran batería, acordes funk y después la explosión musical. «Follar» es el último track, es un demo evidentemente menor en calidad de producción, viajera, soñadora, pacheco, suave para el oído.

Azul Violeta es una de las joyas más brillantes de México, digan de exportación, el arte los llevo por tantos caminos que algunos se confundieron en el trayecto. Con Mini Multi fueron críticos, fueron valientes, crearon un sonido que unos años después rompieron por sí mismos, es de esos discos que no tienen momento especifico, suena tan actual en los textos y en la música que sería bien recibido en esta actualidad tan pasajera. Hay que regresar a el si buscamos aquellos discos luminosos creados en nuestro país.

 

«No creas que vas a ganar, mi herida pronto va a sangrar, el oro no te va alcanzar para pagar, para pagar, mi funeral.» Para pagar, Azul Violeta, 1999.