Reseña de “Canción de antiguos amantes” de Laura Restrepo

 

Por Víctor Daniel López  < VDL >

Twitter @vicdanlop

 

 

“Todo mito que nace renace. Todo mito que encarna reencarna.”

Una canción hermosa que corre en los vientos del desierto ubicado en el noreste de África. En un tiempo antiguo y un tiempo moderno, entre Somalia y Etiopía, las mujeres que visten la cara, los niños que juegan descalzos y el calor que baja del sol para incendiar los corazones de rencor en los pueblos que luchan entre ellos, ya sea por clases sociales, ya por agua, o por religión. El mito que reencarna porque siempre la historia se repite, una y otra vez. Más aún: las historias sobre hechizos y sobre amores.

Estamos frente al más reciente libro de Laura Restrepo, publicado por Alfaguara. Una obra magistral, novela maestra, de una poética hermosa que nos hace transportar a los días que pasó viajando por Yemen y las tierras alrededores cuando se encontraba en su experiencia de Médico Sin Fronteras. Su nostalgia por aquel tiempo se logra palpar en su prosa fina, elegante, que recubre de colores, sonidos, olores y sensaciones, cada uno de los ambientes a los que nos vemos transportados. Sus recuerdos los vemos en escenas que son reales, otras ficticias. Y, además, su obsesión por uno de los personajes más misteriosos y fascinantes en la historia y el arte: la Reina de Saba.

Sheba, Pata de Cabra, hija de la Doncella. La única mujer que aparece tanto en la Biblia como en el Corán. La mítica historia del Rey Salomón y la Reina de Saba. Un palacio que le construyó en prueba de su amor; la suma inteligencia de ella que lo cautivó. Y a ella: sus letras, la poesía; porque nadie había más que pudiera escribir un verso como los de él.

Bob Mutas y Zahra Bayda son los protagonistas de esta novela. Bob que, como muchos a lo largo de dos siglos, ha caído también bajo el encantamiento de la Reina de Saba. Y es en la ciudad de Saná en donde entabla amistad con la extraña mujer, Zahra Bayda. Él quiere pisar las tierras por las que anduvo la misma reina, visitar los lugares que fueron de ella y que logró inmortalizar, a pesar de que las ruinas han quedado cubiertas del polvo del tiempo. Ya casi no hay mucho de todo ello. Pero él sigue obstinado, pues se encuentra envuelto en su obsesión de encontrarla: en los rostros de las mujeres que va conociendo a su paso; en el recuerdo, y el olvido.

“Canción de antiguos amantes está compuesta de muchas otras canciones. Porque todo en el universo está conectado, y así como reencarnan los mitos, se extiende también la melodía a otras notas capaz de traer la historia o de contarla de distintas formas, a veces en diferentes voces. El libro es una tesis que nos invita a pasar a través de docenas de referencias históricas y artísticas para ratificar la hipótesis de la existencia de Sheba. La vida y obra de Gérard de Nerval, que viajó durante un tiempo por todo Oriente, enamorándose de aquellas mujeres fatales que habrían de destruirlo y llevarlo así a la locura, así hasta su trágica muerte (“el amante de la Reina de Saba”, dirían después). Arthur Rimbaud y su libro “Una temporada en el infierno”, escribiendo un poema que referencia preciso a Salomón y a la Reina, para después terminar en Etiopía, acercándose lentamente a su muerte (y en donde dejó de escribir, y de su vida allí poco se sabe). La legendaria madrina del punk, Patti Smit, a quien Restrepo casi asegura es la mismísima reencarnación de Saba (esa rebeldía, esa libertad: la misma voz en sus gritos y la misma mirada y cuerpo que vemos en las fotografías de los álbumes de Patti). Pizarnik, poeta loca, escribe sobre los reinos sombríos de la melancolía, y de igual forma la vemos asociada con el temple de la Reina. Tomás de Aquino se vio influenciado también por el hechizo de Sheba pareciendo encontrarla en la imagen de una Virgen de una iglesia de Estrasburgo. Y así, la novela está plagada de muchísimas referencias que solamente la hacen ser más enriquecedora y bella, completa, y hasta perfecta. Puentes intercomunicantes, túneles que llevan a más confusión. La poesía y la historia y las artes, girando en torno, como astros, alrededor de una misma estrella que irradia luz y sigue haciendo sonar su canción. La canción eterna. Canción interminable. La canción que suena una y otra vez, el tiempo transcurra o se detenga. La canción de los hombres, el amor, la locura. El cantar de los cantares.